Tengo miedo
de mirarte y no verte,
de verte y no reconocerte...
de que estés lejos.
Lejos de mí
aunque mis manos acaricien tu cabello
y mis besos rocen tus labios
y para tí no sea eso.
Mi alma grita,
grita a través de mis ojos
valiéndose del desgarrador silencio...
quiéreme, por Dios...quiéreme...
Que mi corazón sangra de amarte,
que mis lágrimas bañan mi boca,
que el cielo entero se parte
si no hay nada en tí al mirarte, tan vacía...
si para mi sed no hay ni una gota.
