La noche estaba estrellada
y en un silencio profundo,
me diste el primer beso
y yo me olvide del mundo.
Se oia el rumor del mar
y cual canto de sirena,
tu me dijiste te quiero,
aquella noche en la arena.
Nunca antes se habian unido
sentimientos tan sinceros,
como esa noche en la playa
a la luz de los luceros.
La luna que nos miraba
de nuestro amor sintio celos,
y se escondio en una nube
que estaba surcando el cielo.
Nadie podra separarnos
ese fue el juramento,
que hicimos cuando tuvimos
como manto el firmamento.
Eramos casi dos niños
y la promesa que hicimos,
se la llevo el primer viento
con un fuerte torbellino.
Ha transcurrido algun tiempo
para recordar me esmero,
pero nunca olvidare
la luz de aquellos luceros.
