miércoles, 30 de octubre de 2013

Un beso, un despertar o cambio de princesa


Este castillo que se va construyendo poco a poco,
ladrillo a ladrillo, anaranjado, casi marrón.

En tus manos, una vela que le dará luz.

Empezando desde abajo, voy juntando las piezas,
la solidez va aumentando.

Pero construyo a duras penas, 
estoy embriagado de querer beberte a todas horas, 
como la verdadera necesidad que eres.

Y cuando pongo la última pieza, 
la puerta, entras tú y ya está todo completo, 
aunque no hayan muebles en su interior, 
aunque no hay nada dentro.

Me recuerdas esa princesa durmiente
que me encuentro en una habitación, 
posada sobre un lujoso lecho.

Me imagino subiendo escaleras, 
viéndote y sentir que me pasan mil cosas a la vez, 
algo tan bonito como desconocido.

Te beso y el único que por fin ha despertado, soy yo.