Estando junto a mi chimenea,
percibo como el fuego ronronea;
una serie de ideas
recorren mi mente;
y lentamente se dibuja tu silueta.
Mi ser se impregna de fuego,
y el hechizo renace,
casi como un juego.
¡Como quisiera eliminar esos recuerdos!
¡cuanto desearía que no hubiese sido cierto!
porque aún hoy mi corazón insurrecto,
se niega a olvidarte,
se aferra a tu recuerdo.
¡Tu maldito recuerdo!
Pero por mas que intento,
no puedo dominarlo,
y no logro comprenderlo.
¿Por qué insiste en seguir sufriendo?
¿alguien puede explicarlo?
¡Hágalo porque yo no lo entiendo!
¿será porque el amor no tiene teoremas?
¿será quizás porque carece de tesis?
¡Ay! mi ángel desterrado,
me entregue a tu mirada
y padecí tus besos,
y sigues hasta hoy,
colmando mis versos.
