jueves, 17 de abril de 2014

Obsesion...


Te me volviste obsesión
y no supe en qué momento
se me volcó el corazón
anhelándote en silencio…
En palabras sin sonido,
en dibujos de espejismos,
en el beso de la brisa
de mil versos su caricia.

Te me fundiste en el alma
y te convertiste en mi día,
en la noche las estrellas
que iluminaron mi vida,
en las flores su fragancia
y en la esperanza poesía...

Te me volviste obsesión
en aferrado recuerdo
de una imagen mezclada
en la quietud y en lo adverso,
que causa la sensación
de la agonía en lamento
y del nacer de una ilusión
que es estandarte de sueños.