jueves, 17 de abril de 2014

Un cuarenton, un dragon y una princesa del monton


Bienvenido nuevo dia en el que 
como en los demas despierto,
que ya es mas de lo que 
un caballero cuarenton
puede esperar,
bienvenido nuevo dia, 
me pongo la armadura 
y me paro a pensar 
donde podria hoy luchar
las guerras últimamente van caras, 
asi que no estaria de mas 
una princesa que rescatar.

Mientras como mi mendrugo de pan
sentado en mi carcomada mesa 
estilo señorial 
(que yo mismo tuve que montar)
consulto mi agenda,

ya no quedan mas fracasos que fracasar,
luchas lances torneos y princesas, 
todos ceros a la izquierda,
cruces rojas, y deshonra, 

aunque…
mira aquí viejo caballero, mira 
a tus pies, 
mira, tu perro, ¿que traera? 
El periodico.

Ah…fiel escudero, siempre a mi lado,
luchando contra gatos y ratas de corral,
siempre tan atento,
trae aqui
veamos que nos ofrece la cronica local

“princesa hecha a volar, 
con cierto dragon no identificado,
las autoridades investigan sin parar”

Otro rapto, maldita sea, 
que cerdos son 
estos fieros angeles del infierno,
¿y las autoridades, estos policias locales 
montados en carruajes?
que ignorantes, 
no hay nada que investigar 
¿el motivo?
mas plano que el mundo plano,
las ansias del dragon 
de romper el orden natural,
ultrajar la belleza natural de la princesa
y merendar
cuando los grillos empiecen a cantar
¿el lugar de la macabra intencion? 
Aun mas claro que la tierra es 
el centro de eso que 
los modernos llaman universo
las montañas causticas, 
el habitual nido
de esas viboras voladoras

Un guante vuela por medio 
del salon y cae al suelo

Yo, caballero, reto al cielo que cruzas 
y a las montañas que te esconden,
Juro que rescatare a la princesa, 

Tiembla por tu vida dragon,
juro que te la arrancare,