Qué difícil es
parar los latidos del corazón
cuando estos se desbocan,
cuando van acelerados
dictando situaciones
que no puedes evitar.
Qué difícil es
esquivar al destino
cuando pone en tu camino,
las razones que
dan sentido a tu vida
y gritamos ese nombre
que no podemos callar.
Qué difícil es
no dejarse llevar
abrir las alas sin miedo
y dejar que el dulce viento
despeine nuesto cabello
y nos haga volar.
Qué difícil es controlar
lo que dicta el sentimiento,
luchar contra el pensamiento
es como si intentáramos
parar las olas del mar.
Qué difícil es
no dejarse arrastrar,
por la marea de sensaciones
que despiertan ilusiones
que dificil es
no dejarse amar