Sueños, bendición que creo
para mí aun prohibida,
desdichado sufrimiento
que perdura en el tiempo,
dolor que tú ayudas a calmar
con tu especial trato,
con tus mensajes, tus detalles
con tu desinteresado cariño.
Palabras, dulce manjar
proveniente de tu corazón,
expresado por tus tibias manos,
suaves caricias escondidas
detrás de una distancia
que se hace eterna imaginar,
pero que se acorta en mi esperanza
y en mi perdida mirada
que se clava en tu recuerdo,
creo, que algo me estás provocando,
hoy ya puedo decir que te quiero