Y despues de tu infidelidad, el amor ... se vuelve incierto
Me
encuentro en las sombras de la noche perpleja y llena de inquietudes porque
fallaste al juramento de estar juntos eternamente. Dejaste que el aroma de la
duda se apoderara de tu corazón y me abandonaste a la incertidumbre de estar
sin ti. Fallaste a la promesa de alegrarme la vida con canciones, rimas y
sueños y te volviste el fantasma de mis desesperos.
Me quitaste los sueños con caminos llenos de ilusiones, flores y fragancias y tornaste mi horizonte de nubes grises y silenciosas. Deshojaste uno a uno los pétalos de mis ilusiones sobre un mañana siempre junto a ti.
Derribaste la cúspide donde mis sueños encontraban la perfección de amarnos hasta la eternidad. Ahora miro al infinito sin encontrar tus pasos en la sombra de aquellos caminos que recorrimos los dos y parece que la primavera hubiera deshojado las flores antes de que llegara el otoño. Quizás ha llegado el momento de reconocer que me equivoqué en mis sueños contigo y que sólo eres el eco de una sonrisa que algún día sonó estridente en las melodías de mi corazón.
Quizás ahora deba soñar en la soledad de un aposento lleno de recuerdos que mitigaran la espera de un amor que no regresará.
Quizás los años me hagan comprender que somos soñadores de una vida incierta pero llena de enseñanzas. Quizás el dolor que siento en el alma logre acicalar mis heridas y pueda volver a soñar. Quizás a través del tiempo vuelva a sonreír con ansias locas de ser feliz aunque no sea a tu lado. Quizás las cosas maravillosas del pasado, recreen las añoranzas de un futuro lleno de inquietudes y sorpresas. Eres todo porque me has dado felicidad, pero también eres nada porque sin ti voy a sobrevivir. Eres todo porque sabes calmar mis pasiones, pero eres nada porque desprecias la oportunidad de ser feliz conmigo.
Eres todo porque eres mi complemento, pero eres nada porque no sabes apreciar la dicha de tenerme a tu lado. Eres todo porque en mis sueños eras el dueño de mi universo, pero eres nada porque me despertaste con el dolor de tu desprecio. Y quiero darte las gracias desde el fondo de mi corazón porque los momentos vividos fueron con el mejor de los sentimientos. Y aprender a empezar nuevamente sin tu sonrisa.
Me quitaste los sueños con caminos llenos de ilusiones, flores y fragancias y tornaste mi horizonte de nubes grises y silenciosas. Deshojaste uno a uno los pétalos de mis ilusiones sobre un mañana siempre junto a ti.
Derribaste la cúspide donde mis sueños encontraban la perfección de amarnos hasta la eternidad. Ahora miro al infinito sin encontrar tus pasos en la sombra de aquellos caminos que recorrimos los dos y parece que la primavera hubiera deshojado las flores antes de que llegara el otoño. Quizás ha llegado el momento de reconocer que me equivoqué en mis sueños contigo y que sólo eres el eco de una sonrisa que algún día sonó estridente en las melodías de mi corazón.
Quizás ahora deba soñar en la soledad de un aposento lleno de recuerdos que mitigaran la espera de un amor que no regresará.
Quizás los años me hagan comprender que somos soñadores de una vida incierta pero llena de enseñanzas. Quizás el dolor que siento en el alma logre acicalar mis heridas y pueda volver a soñar. Quizás a través del tiempo vuelva a sonreír con ansias locas de ser feliz aunque no sea a tu lado. Quizás las cosas maravillosas del pasado, recreen las añoranzas de un futuro lleno de inquietudes y sorpresas. Eres todo porque me has dado felicidad, pero también eres nada porque sin ti voy a sobrevivir. Eres todo porque sabes calmar mis pasiones, pero eres nada porque desprecias la oportunidad de ser feliz conmigo.
Eres todo porque eres mi complemento, pero eres nada porque no sabes apreciar la dicha de tenerme a tu lado. Eres todo porque en mis sueños eras el dueño de mi universo, pero eres nada porque me despertaste con el dolor de tu desprecio. Y quiero darte las gracias desde el fondo de mi corazón porque los momentos vividos fueron con el mejor de los sentimientos. Y aprender a empezar nuevamente sin tu sonrisa.