Por distintas circunstancias no habiamos podido dedicar ni un solo minuto a nuestras necesidades de pareja en los ultimos siete dias. Ambos nos desesperabamos con estos episodios de sequia, aunque yo, dado el caso supe gestionar con ingenio las necesidades de mi chica.
Me levante temprano, me afeite y me duche, me puse bastante perfume, y deje el frasco abierto con el fin de inundar el cuarto de baño con mi fragancia masculina.
A media mañana mando un wasap a mi chica con un mensaje explicito: Sexo y diversion. He tenido un sueño erotico en el que te comia a besos en la cubierta de un crucero, y me he levantado con una considerable ereccion, tq guapa.
Una hora mas tarde y con estudiada intencion, le mando un segundo wasap exponiendo mi desorden hormonal y mi predisposicion al sexo: Iba conduciendo cerca de la playa cuando me detuve para estirar las piernas, y a pocos metros de la orilla y tumbados sobre una toalla habia una pareja haciendo el amor, he vuelto al coche por supuesto, aunque debí preguntarles antes de marcharme, si querian que les echara una mano. A ella le hubiera encantado xq hoy estoy en condiciones optimas de hacer cualquier tipo de travesura.
No obtuve respuesta, supongo q x su trabajo, no le fue posible contestarme, pero tenia claro q aquello habia subido un grado la temperatura de la entrepierna de mi chica.
Finalmente fui al supermercado y compre una botella de rioja, me meti en los servicios y una vez conseguido el tamaño optimo de mi pene, acerque la botella y me hice una foto, y le puse esta noche la cena sera completa.
No habia terminado de subirme los pantalones cuando sonó mi movil, lo que hizo que se me dibujara una sonrisa en la cara y que se acentuara mas la dureza de mi miembro.
Y ella me dijo: Me tienes desesperada, si sigo apretando las piernas debajo de la mesa de la oficina, esta noche no necesitare ni vino, ni novio, ni pene...
