lunes, 8 de julio de 2013

Risa



Al amor no le interesan los credos
el amor no sabe de razas,
el amor no tiene piel,
ni tampoco alas.
El amor no carga con paracaídas
y sin embargo,
su inmensidad nos salva
o nos desgracia la vida,
La razón estalla 
cuando de amor se trata.
Yo soy como el carbón ardiendo
y tú naciste diamante,
pero sé muy bien 
que podré complementarte,
Princesa de ensueño,
de caricias y besos
quiero coronarte.
Si tu saltas
yo caigo contigo,
Tú y yo 
habremos de morir de amor
Siento que puedo volar contigo
eres el sol, eres el viento,
eres como la fuente en el desierto
eres la diosa antigua
del placer divino,
y eres mi calma.
Y no sabes cuánto amor
no sabes que locura que siento,
cuando me deslumbra tu encanto
y no es el manto azul del cielo,
y sus estrellas
ni las orquídeas que da la primavera.
Princesa mía 
de un cuento de hadas,
cuando paseamos por la calle sin prisa
nada me alegra tanto la vida
que escuchar tu bendita risa,
tu bendita risa.